Revelación de Jesús a María G. Norcia
29 de septiembre de 1986

“El Santuario más grande es”

(Borrador: Traducción automática)

Hija mía: La Cuna de Gallinaro
es el santuario más grande que existe;
es el corazón de la Iglesia naciente;
es el centro de la Nueva Jerusalén.
En torno a ella se agolpan las almas de buena voluntad que, unidas entre sí por Mi lazo de amor, abandonan el pecado y Me ofrecen penitencias, oraciones y sufrimientos.
Mi Cuerpo Místico se fortalece cada vez más y la Nueva Jerusalén es una fortaleza inconmovible.
El Espíritu Santo actúa ya en muchos de vosotros y pronto actuará aún más.
Yo, el Salvador, unido a tantos pequeños salvadores, estoy dispuesto y asiduo en Mi obra de Redención, para que se cumpla Mi Oración al Padre: «¡Padre, hazlos uno!».
Si estáis unidos a Mí, estáis también unidos al Padre, porque Yo y el Padre somos uno.
No olvidéis nunca rezar a este Padre bueno, todo amor y caridad, y darle gracias por todo lo que ha hecho, hace y hará, para traeros de nuevo a Él.
Los hijos pródigos son los más queridos, porque, habiendo experimentado el mal, reconocen cuán grande es el valor de la bondad, que, aunque exige sacrificios, da paz al alma y gran tranquilidad a la conciencia.
Ciertamente, ha de cumplirse lo que está escrito en las Escrituras: «cuando el trigo esté maduro, segadlo junto con la cizaña».
No temáis a los buenos, porque ellos acabarán en tribulación: sea que abandonen el cuerpo, sea que permanezcan como semilla de Dios, según su voluntad.
Pero, ¡ay de los malvados, para quienes no habrá descanso para siempre!
La mala hierba será arrancada de raíz y arrojada al fuego del infierno.
Velad y orad.
La Nueva Jerusalén está unida a la Jerusalén Celestial; por eso: los Ángeles, los Santos, todos los Bienaventurados, Mi Madre misma y la Santísima Trinidad están siempre con vosotros.
¡Cuántos jóvenes me han acogido y cuántos están dispuestos a acogerme!
Serán santos obreros en el jardín de Dios y generosos y heroicos soldados de Su Reino.
No, nadie podrá derribar esta obra que tiene sus raíces sobre todo en el corazón de los creyentes y el corazón de los creyentes está en Mi Corazón.
¿Quién puede acercarse a Mí?
Ciertamente no Satanás, que tiembla y hace sus travesuras inútiles; como un agonizante que, antes de morir, parece cobrar fuerzas.
Hoy, día dedicado a los Arcángeles, es terrible para Satanás, que ya ha experimentado la expulsión del Paraíso, por los Ángeles fieles, guiados por Miguel.
Los Ángeles y Arcángeles están felices de ayudarte a vencer el mal.
¡Rezadles! Y ellos, junto con sus oraciones, también ofrecerán tus oraciones al Padre.
El Padre ve, oye y medita, porque todo esto significa hacer Su Voluntad.
Someterse a la Voluntad del Padre es ya haber vencido.
Que Mi Bendición sea sobre el mundo entero
Jesús