12 de noviembre 2023
Evangelio de Lucas, capìtulo 19, 41-45; 20, 1-8
[Jesús] Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: «¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita.» Entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían. Y sucedió que un día enseñaba al pueblo en el Templo y anunciaba la Buena Nueva; se acercaron los sumos sacerdotes y los escribas junto con los ancianos, y le preguntaron: «Dinos: ¿Con qué autoridad haces esto, o quién es el que te ha dado tal autoridad?» El les respondió: «También yo os voy a preguntar una cosa. Decidme: El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres?» Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: “Del cielo”, dirá: “¿Por qué no le creísteis?” Pero si decimos: “De los hombres”, todo el pueblo nos apedreará, pues están convencidos de que Juan era un profeta.» Respondieron, pues, que no sabían de dónde era. Jesús entonces les dijo: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»