La Doctrina

El hosanna de los hijos de Dios al Rey de los reyes
en contraposición al homenaje del Vaticano
al santón indio

 

  1. Los verdaderos hijos de Dios viven para rendir honra y gloria a Cristo, el Hijo de David (Mt 21, 9), el Rey de los reyes y el Señor de los señores (Ap 17,14; 19,6; Dt 10, 17; 1Tm 6,15): a Él sólo toda honra y gloria y gracias por los siglos de los siglos (Ap 4,9).

  2. Los hijos de la Luz viven para manifestar abiertamente la propia pertenencia a Cristo, el Príncipe de la Luz, el Príncipe de la Paz (Is 9,5), el único Camino, la sólo Verdad, la Vida eterna (Jn 14, 6a). Nadie va al Padre sino por medio de Cristo (Jn 14,6b). Quien conoce al Hijo, conocerá también al Padre (Jn 14,7).

  3. Conscientes de esto, los hijos de Dios quieren vivir la rectitud; vivir la obediencia al Padre; vivir el respeto de la cristiandad. Quien ama a Cristo es recto ante Dios y ante los hombres, siguiendo el ejemplo de Cristo, verdadero Hombre y verdadero Dios. Ser rectos, para un cristiano, significa respetar los Mandamientos del Padre y del Hijo (Jn 15,10; 1Jn 5,3) y Sus enseñanzas auténticas. Los hijos viven la obediencia al Padre con amor, no por obligación. Como el Hijo con amor obedece al Padre (Hb 5,8; Ro 5,19b), de la misma manera los hijos obedecen al Hijo (Hb 5,9), para hacer juntos la voluntad del Padre y ser todos juntos obedientes a la verdadera fe (Ro 1,5), que en Cristo, el Rey de los reyes, el Señor de los señores, se manifiesta. Los hijos de Dios quieren respetar la verdadera cristiandad, respetando la única y verdadera Doctrina (1Tm 4,6), que es Cristo. Quien respeta la Persona de Cristo, la única y verdadera Doctrina (Mt 22,33), posee al Padre y al Hijo (1Jn 9b). Quien no respeta Cristo, quien va más allá y no se atiene y no respeta Sus enseñanzas, no posee a Dios (2Jn 9ª). Quien no posee al Padre, niega al Hijo (1Jn 2,23a). Quien anula el Pensamiento del Padre, que en el Hijo se manifiesta, niega al Padre y al Hijo y manifiesta estar animado por el espíritu del anticristo (1Jn 2,22).

  4. Cristo es la única y verdadera Doctrina para los hijos de Dios. Fuera de Cristo no hay salvación (1Ts 5,9). Uno solo es el mediador entre Dios y los hombres: Cristo (1Tm 2,5), verdadero Hombre y verdadero Dios.

  5. Aquellos que habían sido llamados a ser hijos primogénitos han renegado del llamado y profanado la primogenitura (Gn 25,33; 1Cr 5,1b). Los ministros de la “vieja Jerusalén” (Mt 23,37) han anulado la cristiandad. Han minado sus fundamentos, golpeando sus dos pilares fundamentales: la familia, anulando la indisolubilidad del matrimonio (Cartas Apostólicas en forma de ‘Motu proprio’. “Mitis Iudex Dominus Iesus” y “Mitis et misericors Iesus’, 15/08/2015) y allanando el camino para formas de unión que familia no son, avalando enseñanzas contrarias a la Verdad (Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia”, 19/03/2016); y la sacralidad de la vida, golpeada tanto en la fase embrionaria, disminuyendo en los hechos – y más allá de las palabras – la gravedad de la interrupción voluntaria de la vida (Carta Apostólica en forma de ‘Motu propio’ “Misericordia et misera”, par. n.12, 20/11/2016), como en la fase final, allanando el camino para el “fin de la vida” y para el “acompañamiento del morir” (“Mensaje a los participantes al encuentro World Medical Association sobre las cuestiones del fin de la vida del 16-17 de noviembre de 2017”, 07/11/2016).

  6. El vértice de la “vieja Jerusalén” ha menospreciado a la Personalidad de Cristo y a Su Persona, afirmando públicamente: que sobre la Cruz Cristo se hizo “diablo” (04/04/2017), “serpiente” (15/03/2016), “pecado, maldito, maldición de Dios para nosotros” (12/03/2017); “serpiente, feo que apesta” (14/09/2015); que “el Vía Crucis es la historia del fracaso de Dios” (27/11/2015); que “Jesús hace un poco el tonto” (16/06/2016).

  7. Para los vértices de la Iglesia de Roma Cristo ya no es el único Camino que conduce a la salvación. El proselitismo ha sido más veces condenado y definido por el pontífice romano “una solemne tontería” (01/10/2013), “un pecado gordo” (01/10/2016). Tal doctrina anula y reniega de la enseñanza de Jesús que, antes de subir al Cielo, ha comandado a los cristianos “ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura” (Mc 16,15). El Proselitismo es, entonces, un mandamiento de Jesús. Definir el proselitismo una “solemne tontería” es afirmar que las palabras de Jesús son una solemne tontería. Y esta es una solemne blasfemia. Además, para el romano pontífice los “hijos de Dios” ya no son los cristianos bautizados, sino todas las “criaturas” son “hijos” (20/09/2016; 29/03/2017). Esta doctrina es contraria a la enseñanza de Jesús, que dice que “el que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará” (Mc 16,16). Sólo quien cree en Cristo (Jn 1,12) y es bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28,19) es “hijo” de Dios (ya no “criatura”); y respetando los Mandamientos (Mt 28,20) se salvará.

  8. Para los vértices de la Iglesia de Roma Cristo ya no es la única Verdad. El pontífice romano ha afirmado que no se debe hablar, ni siquiera para quien cree, de “Verdad Absoluta” (04/09/2013); que no existe el Dios católico, universal (01/10/2013). El Pensamiento del Padre, que en Cristo se manifiesta, ya no es el pensamiento-guía de aquella casa. En la Iglesia de Roma ya no se sigue la verdadera Doctrina, Cristo, sino todo se transforma en “pensamiento”: un pensamiento subjetivo, según conciencia (01/10/2013), humanístico y relativístico, donde todo es humanizado y relativizado, donde en el centro de todo ya no está el Padre, Su Pensamiento, Su Palabra, Su Verdad absoluta, Cristo, sino el hombre y su pensamiento relativo.

  9. Para los vértices de la Iglesia de Roma Cristo ya no es la Vida eterna para conquistar, viviendo como santos, como Cristo es santo (1P 1,16). La salvación es considerada por el pontífice romano como “regalo” gratuito y unilateral de Dios (25/03/2014; 4/11/2014; 15/10/2015; 16/12/2015; 24/09/2017; 19/10/2017) y no una conquista de quien cotidianamente se dona a Cristo para vivir Su Misa viva, continua y palpitante y coparticipar al Misterio de Redención.

  10. La verdadera Doctrina, que es Cristo, ha sido aguada hasta ser anulada, queriendo “mezclar” Cristo y el cristianismo con las otras filosofías religiosas presentes en el mundo, para hacer confluir todos en una nueva filosofía religiosa mundial que anula la primacía de Cristo. El Padre y el Espíritu Santo, en Cristo y en Su Sacrificio (Lc 22,20) han constituido “la” nueva religión, aquella cristiana, estipulando con los custodios de la cristiandad la nueva Alianza (Hb 8,8), abrogando la precedente. Sin embargo, el romano pontífice, visitando la sinagoga hebrea de Roma ha afirmado que “la Iglesia [de Roma] reconoce la irrevocabilidad de la antigua alianza y el amor fiel y constante de Dios por Israel” (17/01/2016). Tal afirmación, que el mismo pontífice romano había ratificado en un precedente documento de magisterio (Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” par. n.247, 24/11/2013) es contraria a la Nueva Alianza establecida por el Padre en Cristo en el Misterio de Su Sacrificio de Salvación (Mt 26,28; Mc 14,24; Lc 22,20). Una es la Alianza que el Padre establece con Su pueblo. Y en el momento en el cual la Nueva Alianza es establecida, la precedente se revoca (Hb 8,13).

  11. Aquellos que, en la Nueva Alianza, han sido llamados a administrar la Viña del Padre se han convertido en apostatas. Tras haber apaleado a los siervos y a los profetas mandados por el Padre, han nuevamente renegado del Hijo (cf. Mt 021,33-42), matado a la Doctrina. Cristo, la Piedra, ha sido nuevamente descartado (Lc 20,17). Cristo ya no es la piedra angular (Mc 12,10), la cabeza de ángulo (Sal 118,22) de la Iglesia querida por el Padre (Hch 4,11). El Pensamiento original del Padre ya no es. Cristo ya no es el centro. La primacía de Cristo y de la Cristiandad es malvendida. Las otras filosofías religiosas están consideradas en el mismo nivel que el cristianismo, como manifestado en el video mensaje del pontífice romano (“Intención de oración de Papa Francisco para el mes de Enero 2016”), difundido sardónicamente durante la solemnidad cristiana de la Epifanía, el día en el cual los cristianos católicos, entonces universales, celebran la manifestación de Cristo a las gentes, al mundo entero (06/01/2016).

  12. En la “vieja Jerusalén” el Misterio del Dios Uno y Trino es anulado y profanado. “Dentro de la Santísima Trinidad todos están peleándose a puerta cerrada, mientras que fuera la imagen es de unidad”, ha afirmado el romano pontífice (17/03/2017). La viva acción del Espíritu Santo en la historia es renegada y detenida a hace dos mil años. Cristo ya no es adorado como el Rey de los reyes. El Pensamiento del Padre que en el Hijo, el Verbo encarnado (Jn 1,14), se manifiesta, ya no es.

  13. La Iglesia de Roma querría hacer vivir ahora al mundo otra paternidad, que no es la de Dios Padre Todopoderoso, que en Cristo se manifiesta, sino la paternidad de aquel que se proclama “padre”, hecha vivir como un peso que aplasta en el aparente “amor”. Un “amor” que no lleva a Cristo, el Amor hecho Persona. La palabra “amor” es en realidad utilizada de manera engañosa, seguramente no cristiana, para rendir honra y gloria al espíritu que era en Sai Baba, aquel que en la palabra “amor” quiere atraer todos a sí, para unir las más grandes religiones en una, única, para ser venerado como “dios”, denigrando de esta manera el verdadero Padre y Su Proyecto de Salvación, que se cumple en el Hijo, Cristo, mandando por el Padre para que en el Hijo el Padre sea adorado y glorificado (Jn 12,28; 13,31;17,4-5).

  14. Sólo comprendiendo el espíritu anticristiano que vive en el corazón de muchos que habitan aquella casa se puede comprender el homenaje y el tributo que el Vaticano, el 23 de noviembre, rinde nuevamente al santón indio Sai Baba, en el día del aniversario de su cumpleaños. El pasado 31 de octubre (el aniversario de la reforma protestante), el Vaticano ha oficialmente comunicado la emisión de un sello conmemorativo de Martín Lutero por el día 23 de noviembre, aunque el mismo Lutero es todavía “oficialmente” excomulgado y marcado como “hereje” por la misma Iglesia de Roma (y esto manifiesta, además de la hipocresía, el tributo sutil ofrecido en “homenaje” a Sai Baba). En dicho sello conmemorativo, a los pies de Cristo en Cruz, Lutero (padre del protestantismo) está representado en lugar de la Virgen Santa (Madre de la cristiandad), mientras Melanchthon (fiel amigo de Lutero) está representado en lugar de Juan (el Apóstol del Amor, fiel amigo de Jesús), que a edad avanzada ha sido llamado por el Espíritu Santo a redactar y sellar la profecía descrita en el Libro del Apocalipsis, que anuncia la apostasía de la Iglesia de Roma, descrita con el nombre de “Babilonia” (Ap 14,8; 16,19; 17,5; 18,2.4.9-10.20-21), “ramera” (Ap 19,2), “prostituta” (Ap 17,1.15-16) que traiciona al esposo, Cristo, el Cordero nuevamente inmolado (Ap 5,6; 13,8). Por voluntad del Padre el Esposo celebra las bodas (Ap 19,7.9b) con la Esposa (Ap 19,7; 21,2.9; 22,17), la mujer vestida de sol (Ap 12,1), la Madre Iglesia, la Nueva Jerusalén (Ap 3,12; 21,2.10), que en el Espíritu genera el Hijo (Is 66,7; Ap 12,5) en el corazón de los hijos de Dios, en la renovación de la nueva Alianza querida por Dios Padre Todopoderoso por el triunfo definitivo de la Iglesia de Cristo sobre el mal y sobre la muerte (Ap 20,14; 21,4).

  15. Los verdaderos cristianos nunca anularán María, la toda bella, la toda pura, Aquella que ha donado al mundo el único Salvador, el Arca de la Alianza, nueva y renovada (Jer 31,31-33) con el “Pequeño Resto de Israel” (Is 4,3; 11,11.16; 37,4b.32; Jer 23,3-6; 31,7; 50,20; Ez 20,37; Mi 2,12-13; Sof 3,11-13; Zac 8,3-12; Ro 11,1-10) permanecido fiel a Dios y a Cristo, el Rey de los reyes.

  16. Los hijos de la Iglesia Cristiana Universal de la Nueva Jerusalén actuarán siempre, con la ayuda de Dios, en la rectitud, en la viva obediencia al Padre y en el respeto de la verdadera cristiandad, adorando y rindiendo culto sólo al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo (Mt 4,10; Dt 6,13), que en e Misterio del Dios Uno y Trino, encarnado (Jn 1,14) en la historia, se cumple.

  17. Nunca las puertas del Hades podrán prevalecer sobre la Iglesia de Cristo (Mt 16,18). La Iglesia de Cristo es la Iglesia animada por el Espíritu Santo y está formada por varios Patios. El Patio de la Iglesia de Roma ha apostatado, traicionado a la verdadera fe, la Doctrina, que es Cristo, para adorar a otro espíritu que no proviene de Dios. Como consecuencia de este, el Padre ha retirado del Patio de Roma Su Espíritu, renovando la Nueva Alianza con el Patio de quien ha permanecido fiel a Cristo y a Sus enseñanzas, en el cual se defenderá la pureza de la fe. Nunca nadie, ni en Cielo ni en Tierra, podrá detener la acción del Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo. Los hijos de Cristo, animados por la viva acción del Espíritu Santo, siguiendo el ejemplo de los primeros hermanos cristianos, de los santos y de todos aquellos que han permanecido fieles a la única Doctrina, que es Cristo, anunciarán la palabra (2Tm 4,2), llevándola otra vez más a los nuevos paganos (Hch 28,28).

  18. “Que nadie os engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre impío, el hijo de perdición, el adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre del Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios” (2Ts 2,3-4).

  19. Los hijos de María, la Inmaculada del Espíritu Santo, perseverarán, para hacer triunfar Su Corazón Inmaculado, a fin de que en la viva oración y en la verdadera fraternidad la Iglesia de Cristo pueda manifestarse a todos los hombres de buena voluntad y triunfar sobre “Babilonia”, la “gran ramera” (Ap 17,5) que ha traicionado a Cristo y profanado la cristiandad.

  20. Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su manifestación y por su Reino: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas. Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufrimientos, realiza la función de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio” (2Tm 4, 1-5).

  21. Cantos e himnos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; y a Aquella que ha generado para la humanidad el Salvador. A Cristo, el Rey del universo, el “¡Amén!” de los hijos de Dios. Alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza, a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén” (Ap 7, 12).

21 de noviembre 2017
Fiesta de la Presentación al Templo
de María Santísima

El Pontífice
Samuele