ACTO DE MAGISTERIO

La Sacralidad de la Vida
y la voluntad del hombre de sustituirse a Dios

(Borrador)

  1. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Con todos los hijos de Dios, con todos aquellos que están animados por la buena voluntad sea Paz, la Paz del Señor Jesús (Jn 20,19), a fin de que en Cristo, Rey de la Vida, todos siempre puedan encontrar amparo y sostén, sino sobre todo el consuelo del alma (Sal 93,19): aquel consuelo (Lc 2,25) que el mundo ha perdido no más reconociendo en Jesús el Hermano, el Maestro, el Dios de la Vida, porque ha preferido volverse a otros ídolos.

  2. Para poder acoger la Voluntad de Dios, Padre Todopoderoso (Mt 6,10), que en Hijo Unigénito Jesús – muerto y resucitado (Lc 24,34) para donar a todos la eterna Vida – se manifiesta, el mundo necesita volver a comprender los fundamentos de la historia de Dios, entonces del Misterio de la Encarnación del Dios verdadero (Jn 1,14), de su manifestación en la historia (Mt 2,11), para volver a colocar en el centro de la vida de todos la Esencia y la Sustancia del Amor, que todo ha creado y que todo mueve (1Jn 4,10).

  3. El hombre tiene que volver ante todo a comprender la Obra de Dios y la Persona de Dios (1Jn 3,1), descubriéndoLa cada día, volviendo a comenzar por donde la Persona del Dios verdadero ha sido olvidada y renegada (Hch 2,26).

  4. Comprender entonces las propias fechorías (1Cor 2,8), las propias faltas, las propias debilidades. Comprender que por encima de todo está Aquel que todo ha creado (Gn 1,1). Comprender que no estamos solos en este mundo; y que no somos capaces de hacer y desenvolver todo sin aquel Uno que todo ha creado (Jn 15,5). Comprender hasta donde se puede llegar para luego pararse.

  5. Un verbo, una palabra cambiada por otro verbo, otra palabra: “pretender”. He aquí la soberbia (Sir 10,12) que ha atenazado y atenaza el corazón del hombre, que quiere sustituirse a Dios (Rom 1,25), erigiéndose en lugar del Padre Creador.

  6. Esta sustitución ha llevado el hombre a renegar de sí mismo, a renegar del sentido verdadero, auténtico y profundo de la vida, a renegar del porque ha sido creado (Dt 32,6).

  7. El hombre está haciendo todo sin más permanecer a imagen y semejanza de Aquel que todo ha creado (Jen 1,26) sino llegando a ser más y más parecido a las bestias (Sal 48,13), que no tienen un corazón (Dt 29,3; Sir 17,7) ni un alma (Sal 41,3).

  8. La voluntad del hombre ha llegado a ser la de sustituirse a Dios (Jen 3,1-5).

  9. Poniendo en práctica todo esto, el hombre ha perdido la docilidad en la escucha, en la acción, en el pensamiento, en la palabra, en las obras (Jer 5,23), actuando por el mal y no por el bien (Mal 3,14-15), actuando para ir contra los hermanos en vez de servir a los hermanos: hacer todo lo que es inicuo para erigirse en lugar de Dios sino sobre todo para ser reconocidos por encima de todo y de todos.

  10. Por consiguiente, he aquí el estallar de la envidia (Sab 2,24) y de la celosía, de la rivalidad y de la guerra, del odio y de la soberbia (Rom 1,29-31).

  11. El hombre ha perdido la obediencia que se le debe a Aquel que todo ha generado, Aquel que le ha donado el don de la Vida (Gn 2,7).

  12. La Docilidad es una virtud ahora perdida que, pero, ha caracterizado Aquella que ha llegado a ser la Obra más bella de Dios (Lc 1,28): María, Aquella que es dócil a la voz del Cielo, dócil a la Acción del Espíritu, dócil en remitirse a la Voluntad del Padre (Lc 1,38a).

  13. María ha llegado a ser Reina, del Cielo y de la Tierra; ha llegado a ser parte del Corazón de Dios (Lc 1,49), Aquella que salva, la Corredentora Universal (Gn 3,15).

  14. El Padre ha más veces y continuamente enviado a su Madre Peregrina en este mundo para llamar la humanidad a la Santidad. María ha aparecido y se ha hecho oír y escuchar en distintos lugares, para luego dejar espacio y lugar al Rey de la Vida, que ha elegido su Lugar (Jn 14,2c) donde regresar, nacer y manifestarse, por última vez.

  15. Las Palabras de María han quedado, en su mayoría, desoídas (cf. 2 Cr 24,18-19) y escondidas; y cuando acreditadas como merecedoras de fe, han sido malinterpretadas, para desviar los corazones de la verdadera comprensión de la urgencia de cambiar de vida (Mt 23,23), de convertirse, de abandonar lo que es mal y pecado para volver a la verdadera vida, hecha de Paz y de Amor.

  16. El Amor: el Eje que debe abrir cada corazón; el Eje para llegar al Corazón de Dios (1Jn 4,8); el Eje para conocer a Dios, su Intimidad, su Ser y su Sustancia.

  17. El Amor: el Pensamiento vivo, la Sensación y el Sentimiento profundo que debe atar los corazones, para entenderse, para comprenderse, para quererse, para amarse, para vivirse (Jn 13,34), a fin de que todos puedan vivir en la Paz, en la Quietud y en la Santidad.

  18. El Amor: la parte que Dios Padre Todopoderoso ha donado a sus hijos (Jn 3,16), que en la Pequeña Cuna del Niño Jesús late para donar la Vida, para reconducir todos a la Vida.

  19. Hasta que el hombre se obstinará en querer descubrir los misterios de Dios con la racionalidad (Qo 2,3) nunca podrá comprender el Lenguaje del Cielo; nunca podrá comprender la Acción de Dios; nunca podrá comprender el Misterio de Dios (Jb 9,2), que se desvela cuando todo esto se encarna (1Jn 3,1-3).

  20. He aquí el Lenguaje, la Acción y el Misterio de Dios: todo es sencillo, todo es humilde pero, al mismo tiempo, todo es profundo, incluso si la humanidad ya se ha alejado de todo esto y, por esto, ya no puede comprender (Sal 48,21) ni el Lenguaje, ni la Acción ni el Misterio de Dios que en la historia se manifiesta.

  21. La primera vez el Padre hizo conocer a los hombres dónde el Hijo de Dios habría nacido (Mi 5,1), cómo habría llegado (Is 7,14), qué habría hecho (Lc 2,34) y dónde habría conducido todos (Jn 3,16).

  22. Luego el Padre ha ido más allá, prometiendo que el Hijo habría vuelto, de la misma manera que, entonces, en aquel tiempo, lo vieron subir al Cielo (Hch 1,11).

  23. La Lógica de Dios es diferente de la lógica del mundo. Dios es humilde (Lc 1,48), el hombre es soberbio (Lc 1,51). Y en su soberbia el hombre ha complicado todo, queriendo prever y ya habiendo previsto todo, sintiéndose omnisciente y omnividente.

  24. Por esto el Padre ha elegido un Lugar apartado (Revelación de Jesús a María Giuseppina Norcia, “El Retorno de Jesús”, 30/10/1994), “el” Lugar donde el Hijo de Dios ha bajado sobre la Tierra, para nuevamente volver a escribir y ratificar su Alianza, renovada en el Amor del Espíritu Santo Amor y en el amor de sus hijos fieles.

  25. El Libro de la Vida (Ap 20,12) llega al final. Pocas son las páginas que quedan para escribir. Luego el Libro se cerrará y sellará. Quien estará escrito en el Libro Santo del Padre se salvará y vivirá por la eternidad. Quien no estará escrito en el Libro de la Vida será olvidado por siempre (Ap 20,15).

  26. Muchos no comprenden el llanto del Padre Todopoderoso y del Hijo suyo Jesús en ver muchas de sus criaturas y muchos de sus hijos perderse por siempre (Sab 1,13). Nunca el Padre quisiera ver un hijo perderse (Mt 18,12). Pero la Libertad que el Padre ha donado a cada uno es el don más grande hecho a los hombres, que jamás se revocará, a pesar del gran sufrimiento provocado a su Corazón.

  27. He aquí la buena batalla de los hijos (1Tm 6,12) que viven, ofrecer y sufren por Amor de Dios Padre Todopoderoso, por Amor de Jesús, el Unigénito Salvador (Lc 2,11) del mundo, porque quien tiene un corazón se siente tocado y no permanece insensible al llamado de Aquel que por Amor ha donado su Vida a fin de que muchos tengan la Vida (Jn 10,10) y la tengan por la eternidad.

  28. La Madre Iglesia se apela a todos los hijos de Dios y a todos los hombres y las mujeres animados por la buena voluntad, a todos aquellos que han sabido conocer y reconocer a Jesús (Jn 4,24), a todos aquellos que han permanecidos dóciles a su Palabra y a todos aquellos que han sabido amar acogiendo la Voluntad del Padre a fin de que la Vida, don sagrado de Dios, sea amada y preservada, desde la natural concepción hasta cuando Dios querrá.

  29. El Padre nuevamente ha enviado a su Hijo en su Isla de Amor para defender y volver a colocar en el centro la pureza de la fe, la única Doctrina, la única verdadera y santa Teología: Jesús, el Unigénito Hijo de Dios, Aquel que – único – salva (Ap 7,17), Aquel que el Padre ha enviado para donar a todos la eterna Vida (Ap 21,27).

  30. Jesús es Amor (Jd 21), el Amor hecho Persona. Apretad sus Manos santas y nada os faltará (sal 22,1). Invocad a su santo Nombre y Él acudirá en vuestra ayuda (Sal 69,2).

  31. Salid de Babilonia para no ser solidario de sus pecados y no participar en sus plagas (Ap 18,4). No seáis sordos al llamado del Cielo que en el tiempo y con tiempo ha hablado por medio de sus profetas. No os abandonéis a los ídolos (Ap 9,20). Dejad lo que ha llegado a ser sólo humano (Ap 18,23) y está destinado a pasar.

  32. No os maravilléis (Ap 17,7), vosotros que habéis visto las maravillas de Dios, porque todo ha llegado a ser podrido: lo que aparece lindo a los ojos del hombre es quemado a la Vista del Todopoderoso. Lo que todavía es vistoso para muchos es, en realidad, enmohecido en la intimidad, que ahora se hará visible (Ap 17,16) a fin de que muchos, viendo, puedan comprender y salvarse.

  33. Quien ha conocido y experimentado el Amor, viva en la íntima alegría, porque Jesús es “la” Alegría (Revelación de Jesús a María Giuseppina Norcia, “La Alegría aunque en el sufrimiento” (01/01/1989). Dice Jesús: En cualquier caso se encuentren, permanezcan humildes y alegres, y alaben, y rendan gracias, porque lo que cuenta es Mi llamado, que casa su “Sí” y da los frutos, no las apariencias” (Revelación de Jesús a María Giuseppina Norcia, “La Catequesis”, 01/01/1988). En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

13 de noviembre de 2023
Memoria de S. Homobono

El Pontífice
Samuele