ACTO DE FE

Acto de Fe
al Corazón del Padre
por el Corazón de María

Acto de fe al Corazón del Padre
por medio del acto de Amor y Consagración
al Corazón de María, la Madre Universal

  1. María es la Hija y la Sierva pura, humilde y obediente que ha donado la propia vida y la propia cotidianidad al Padre. Y Dios Padre Todopoderoso, en su voluntad y prerrogativa, ha colmado María de su infinita gracia (Lc 1,28).

  2. María, llena de la gracia divina (Lc 1,30), es la Esposa que ha casado la voluntad divina y ha encerrado en el Corazón el infinito Amor del Padre, que en el Hijo se ha hecho Persona (Jn 1,14), bajado del Cielo en la Tierra de Amor por voluntad del Padre (Hch 1,11).

  3. María Madre de Dios ha generado por obra del Espíritu Santo el Hijo del Dios viviente (Lc 1,31), regenerándolo espiritualmente en el corazón de sus hijos cada vez que no habita más en su corazón.

  4. He aquí que en María, con María y por María el infinito Amor del Padre, vivo y total, ha generado en los corazones una filiación verdadera, pura y sencilla (1P 2,9-10), haciendo de todo esto un tesoro vivo (Lc 1,48), que Ella no se ha quedado para Sí misma, sino que como Madre Universal (Gn 3,20) ha donado a todos por infinito Amor.

  5. El día de la manifestación de María es día de gracia, día en el cual Dios reviste cada corazón de su gracia de Sierva fiel, de la gracia de Aquella que con Amor, vivo y total Amor, se ha donado para ser en todos Fuente del Amor del Hijo de Dios (Jn 17,26).

  6. En la Nueva Jerusalén, “la” Tierra de Amor prometida por el Padre (Bar 2,34; 2P 3,13) a sus hijos fieles, María ha donado a todos el Vástago de su Corazón (Is 11,1; Jer 23,5; 33,15; Zac 6,12; Ap 5,5), para enraizar en cada uno la fuerza del Padre, el sostén del Hijo y el vivo Amor del unigénito Espíritu.

  7. En la Nueva Jerusalén (Ap 21,2) la viva presencia del Padre se manifiesta, para donar a todos la eterna Vida (Jn 17,3), a fin de que todos puedan amarla y vivirla; y ser plasmados, purificados, regenerados en el corazón, en el alma y en el espíritu (Sal 50,12).

  8. En la Nueva Jerusalén quien toma de las manos de María ya ha emprendido el camino (Jn 14,4) que conduce al Corazón del Padre.

  9. Las manos de María son para todos arribada en puerto seguro (Flp 3,14).

  10. Las manos de María son para todos el medio para recibir el calor de la Llama del Amor del Padre (Jn 15,9).

  11. Las manos de María son baluarte (Is 26,1) para jamás titubear sino estar seguros (Miq 5,3) en caminar, en actuar y en hablar (Jn 17,17), para testimoniar la única fe en el Hijo de Dios.

  12. En estos tiempos últimos de la salvación, de la Nueva Jerusalén el Padre invita a todos a tomar de las manos de María, que cotidianamente ha generado y regenerado, genera y regenera en los corazones el Amor verdadero, puro y santo (Is 66,7-13), a fin de que todos puedan conocer y reconocer a Aquel que salva (Lc 1,47) venido para acompañar los hijos al Corazón del Padre (Mal 3,20-24) y restablecer el orden original, que del Corazón del Padre ha sido generado como signo de la única ligazón que jamás podrá cortarse.

  13. María es la toda bella y la toda pura, Aquella que el Todopoderoso ha elegido (Lc 1,42) y donado a la humanidad como signo de unión total para ligar los corazones a la divinidad, que en el Hijo de Dios se manifiesta.

  14. En el nombre de María el Padre Todopoderoso pondrá enemistad (Gn 3,15) entre aquellos que se le han permanecido fieles (Ro 9,27) y aquellos que lo han traicionado (Mc 14,21; Ap 17,2), blasfemando a Dios, a su Santo Espíritu (Mt 12,31). Estos serán desnatados (Mt 3,10) y por siempre alejados (Jn 15,6), para mantener puro lo que puro debe ser y permanecer.

  15. En el nombre de María el Padre Todopoderoso santificará todo y todos con sus acciones de Padre, de Hijo y de Espíritu Santo (Ez 36,23).

  16. En el nombre de María el Padre Todopoderoso purificará todo y todos con su palabra de Padre, de Hijo y de Espíritu Santo (Ez 37,23).

  17. En el nombre de María el Padre Todopoderoso será misericordioso con cuantos lo alaban y justos con cuantos se obstinan en perseguirlo (Hch 9,4), persiguiendo su filiación (Sal 7,2).

  18. En el nombre de María, el Padre Todopoderoso hará bajar la gracia sobre su Casa (Sal 32,22) y sobre cuantos la viven con corazón sincero, sobre cuantos la frecuentan como el tesoro más grande; y sobre cuantos la quieren vivir y más y más querrán vivirla testimoniando a Cristo y a su viva presencia en la Nueva Jerusalén, donde Dios ha puesto su morada (Ap 21,3).

  19. En el nombre de María, Eterna Mozuela, el Padre Todopoderoso donará paz y santidad al corazón de cuantos la aman (Sal 121).

  20. En el nombre de María, Reina del Cielo y de la Tierra, Corredentora Universal, Dios Todopoderoso, Padre Bueno y Santo, Misericordioso y Justo, atenderá toda petición (Jer 29,12-14) que, filtrada por el Amor maternal de María (Zac 2,14), llega y llegará a su Corazón para testimoniar su Verdad y su Vida (Jn 14,6).

  21. María es la llave del misterio de nuestra vida y del misterio de la vida de Cristo en nosotros. Quien toma de las manos de María ha emprendido el Camino que conduce al Corazón del Padre. María por gracia es y siempre será (Lc 1,49). En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

15 de mayo de 2022
Fiesta solemne
de María de la Nueva Jerusalén
48° aniversario de la aparición de Jesús,
María Santísima y San Miguel Arcángel
a María Giuseppina Norcia

El Pontífic
Samuele