Comunicado de prensa
“La sacralidad de la vida y la sentencia sobre el suicidio asistido
del Tribunal Constitucional italiano”

26 de septiembre de 2019

La Iglesia Cristiana Universal de la Nueva Jerusalén nuevamente afirma sin ninguna ambigüedad que la vida es sacra y que nadie, por lo eminente que sea, puede substituirse a Dios, único y supremo Legislador universal, en decidir quién y en cuáles circunstancias el ser humano debe vivir o morir.

La decisión del Tribunal Constitucional italiano – que, con otra sentencia sin antecedentes, hecha pública el 25 de septiembre pasado, ha de hecho allanado el camino a la eutanasia de Estado – se pone en contraste con la Ley Suprema establecida por el Legislador divino que a todos ha mandado “no matarás” (Mt 5,21). Por consiguiente, nadie puede ayudar a otros a matar o a matarse.

Por lo tanto, un Estado de derecho, que cuida de la vida de los propios ciudadanos, nunca puede decretar su “fin de vida” ni siquiera autorizar o acompañar al suicidio, de toda forma. La sacralidad de la vida, por cada hombre y, con mayor razón, para quien se profesa cristiano es un bien no negociable, desde la natural concepción hasta el “fin de vida”, que ha de ser defendido y tutelado, sin ambigüedad y sin excepciones.