Comunicado de Prensa
“Apelación contra el genocidio de los cristianos
en el mundo”

 

30 de Noviembre de 2020
Fiesta de S. Andrés Apóstol

Otra vez más, en los días pasados, numerosos cristianos han sido matados, quemados y violados por causa de su fe. Otra vez más este genocidio silencioso avanza en la casi total indiferencia general. Y otra vez más la Iglesia Cristiana Universal de la Nueva Jerusalén levanta la propia súplica a Dios Padre Todopoderoso para implorar misericordia con respecto a la victimas y a sus familiares y para invocar Justicia. Justicia divina, en defensa de los muchos, demasiados cristianos bárbaramente matados en muchas Naciones del mundo; Justicia terrenal, a fin de que las Naciones y las Organizaciones todas se activen de manera concreta para garantizar a todos la libertad religiosa y civil en cada País del mundo.

Se está acercando la Fiesta de la Santa Navidad. Jesucristo, el Amor hecho Persona (Jn 1,14), ha nacido y ha vivido para enseñar el Amor por Dios y por el prójimo. Nadie puede matar o violar la libertad de los otros, independientemente del credo religioso, civil y político; de la etnia o del color de la piel; del rango social o de la condición económica.

La libertad es sacra. La libertad es el don inviolable que Dios Padre ha dispensado a esta humanidad. Y la libertad de cada individuo termina cuando empieza la libertad del prójimo. Que se debe respetar y hacer respetar. Por esto los responsables de las Naciones tienen el deber civil y moral de hacerla respetar a todos, sin tener miedo de intervenir para detener y castigar a los violentos. No se puede ser fuertes con los débiles y débiles con los fuertes. No se puede permitir que los pequeños y las minorías sean impunemente perseguidas y que la verdad siempre sea estancada. De manera adecuada, ahora hay que actuar. Sólo así la concordia entre los pueblos podrá actuarse, incluso y sobre todo entre quien profesa un credo y vive culturas diferentes de la propia.