Consagración al Corazón Inmaculado de María

solicitada por Jesús a María G. Norcia el 10.3.86

María, Madre de Jesús y Madre mía, me consagro a Ti, para que todos aquellos que el Padre me ha encomendado, me encomienda y me encomendará, sean consagrados en la Verdad, para que participen plenamente al Plan de Amor y de Redención, para la gloria y en honor al Padre.
María, Tú que generaste, una vez para todas, físicamente Jesús, por obra del Espíritu Santo; así genera, espiritualmente, Tu Hijo Unigénito en nosotros, por obra del Espíritu Santo, cada vez que no habita más en nuestro corazón.
María, Tú que, uniformándoTe al Padre, me amaste tanto hasta dar Tu único Hijo para mi Redención, haz que yo Te viva, especialmente en la relación amorosa con el Padre Creador, con el Hijo Redentor y con el Espíritu Santo, Amor sustancial del Padre y del Hijo, y, consiguientemente, en la relación amorosa con mis hermanos, creados por el Padre, redimidos por el Hijo, santificados por el Espíritu Santo. María, que yo Te viva siempre, en el Amor a Dios y al prójimo.
(Salve)