El Santo Rosario

El Santo Rosario:

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oh Dios, ven a salvarnos.
Señor, ven pronto en nuestra ayuda.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

1˚ Misterio – María recibe la anunciación por el Ángel Gabriel

2˚ Misterio – María visita la sobrina Santa Isabel

3˚ Misterio – Jesús nace en la cueva de Belén

4˚ Misterio – Jesús es presentado al templo por San José y por la Virgen María

5˚ Misterio – Jesús es rencontrado en el templo en medio de los doctores

1˚ Misterio – Jesús es bautizado en el Jordán

2˚ Misterio – Jesús hace el primer milagro público a las bodas de Caná

3˚ Misterio – Jesús anuncia el adviento del Reino de Dios y invita todos a la conversión

4˚ Misterio – Jesús se transfigura sobre el monte Tabor con Elías y Moisés

5˚ Misterio – Jesús en la Eucaristía se inmola para donar la Vida

1˚ Misterio – Jesús reza en el huerto de los olivos

2˚ Misterio – Jesús es flagelado a la columna

3˚ Misterio – Jesús es coronado de espinas

4˚ Misterio – Jesús sube el Calvario trayendo la Cruz

5˚ Misterio – Jesús es crucificado y muere sobre la Cruz

1˚ Misterio – Jesús resurge de muerte

2˚ Misterio – Jesús asciende al Cielo

3˚ Misterio – El Espíritu Santo desciende sobre la Virgen SS.ma y los Apóstoles en el cenáculo

4˚ Misterio – La Virgen María es asumida al Cielo

5˚ Misterio – La Virgen María es coronada Reina del Cielo y de la Tierra

 

 

Intercalar el anuncio o la lectura del misterio con:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu reino; hágase Tu voluntad en la Tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

A finales de los cinco misterios:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén

Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad                 
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Dios, Padre celestial,
Ten piedad de nosotros
Dios, Hijo, Redentor del Mundo            
Ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo
Ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, un sólo Dios
Ten piedad de nosotros
Santa María
Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios
Ruega por nosotros
Santa Virgen de las Vírgenes
Ruega por nosotros
Madre de Cristo
Madre de la divina gracia
Madre purísima
Madre castísima
Madre siempre virgen
Madre sin mancha
Madre amable
Madre maravillosa
Madre del buen consejo
Madre del Creador
Madre del Salvador
Virgen llena de sabiduría
Virgen digna de veneración
Virgen digna de alabanza
Virgen poderosa
Virgen clemente
Virgen fiel
Ideal de santidad
Trono de la sabiduría
Fuente de nuestra alegría
Tabernáculo del Espíritu Santo
Tabernáculo radiante
Tabernáculo sagrado a Dios
Rosa del Cielo
Roca de David
Roca inexpugnable
Templo de oro
Arca de la Nueva Alianza
Puerta del cielo
Estrella de la mañana
Salud de los enfermos
Refugio de los pecadores
Consoladora de los afligidos
Auxilio de los cristianos
Reina de los Ángeles
Reina de los Patriarcas
Reina de los Profetas
Reina de los Apóstoles
Reina de los Mártires
Reina de los perfectos cristianos
Reina de las Vírgenes 
Reina de todos los Santos
Reina concebida sin pecado original
Reina asunta a los Cielos 
Reina del Santo Rosario
Reina de la paz

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten piedad de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos hechos dignos de las promesas de Cristo.

Señor Dios, concede a nosotros, tus siervos, la salvación del alma y del cuerpo. Y por la intercesión de María Santísima, libéranos de los sufrimientos de la vida presente y dónanos el gozo de la vida del cielo.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Por el poder que el Eterno Padre Te ha dado sobre los Ángeles y Arcángeles, mándanos una legión de Ángeles, encabezada por S. Miguel Arcángel y libéranos del Maligno.

Bendito sea Dios. 
Bendito sea Su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito el Nombre de Jesús.
Bendito sea Su Sacratísmo Corazón.
Bendito sea Su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la Incomparable Madre de Dios la Santísima Virgen María.
Bendita sea Su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea Su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José Su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en Sus Ángeles y en Sus Santos.

 

 

Según las intenciones del Sumo Pontífice:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu reino; hágase Tu voluntad en la Tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.