Cristo, el único verdadero Bien que hace libres y santos

En el medio de la confusión del mundo, en el medio de la niebla que ofusca este mundo, en el medio de la acción de todos aquellos que intentan inexorablemente contraponer el mundo a la Ley de Dios, la Iglesia Cristiana Universal de la Nueva Jerusalén avanza. La Iglesia de Cristo sigue y seguirá difundiendo el mensaje cristiano que salva y salvará todos aquellos corazones dispuestos a acoger la Palabra de Dios y dispuestos a hacer Su voluntad.

Será un crescendo de valores cristianos, que a través del pueblo fiel a Cristo se levantarán por las calles del mundo. El valor de la obediencia amorosa, el valor de la fraternidad, el valor de la unión en Cristo Salvador; el valor de la ligazón profunda que debe caracterizar y que más y más caracterizará los fieles de la Iglesia de Cristo, en su ser Cuerpo místico. Éste lo que esencialmente cada vez más será difundido, será hecho escuchar y será vivido por muchos.

El Barco de Cristo atraviesa el mar, surca las olas, cruza el viento. La Nave que conducirá todos los hijos de Cristo y los hombres de buena voluntad a la Salvación atravesará, surcará y cruzará cualquier tipo de intemperie, para aterrizar y hacer aterrizar todos en el Corazón del Padre.

Siempre la Iglesia de Cristo avanzará. Siempre la Iglesia de Cristo se batirá contra todo y todos; contra todos aquellos que intentan minar su camino, su andar; contra todos aquellos que intentan desmotivar los hijos de Dios; contra todos aquellos que intentan e intentarán poner obstáculos. Nunca en los hijos de Dios fallecerá la motivación santa que hace fieles; nunca fallecerá la esperanza porque Cristo, para los hijos de Dios, es una certeza enraizada en los corazones. Y los hijos de Dios saben bien que nunca podrá fallecer el abandono por parte del Padre, porque el Padre siempre empujará Sus hijos, siempre motivará Sus hijos, siempre combatirá y vencerá para Sus hijos.

La acción de Cristo, Camino, Verdad y Vida, siempre contrastará este mundo, un mundo que voluntariamente ha tomado un camino diferente con respecto al Camino Maestro.

Cristo siempre más será el signo, el único signo, que trazará el Camino, porque Cristo es la única Salvación. Más y más Cristo será el signo de la discordia para muchos, de la concordia para otros. Más y más Cristo abatirá cada barrera que el hombre quiere erigir entre Dios y Sus hijos, a fin de que cada hijo pueda sentirse amado, protegido y custodiado.

Todos aquellos que creerán en Cristo y en Su acción subirán en la santidad y en la obediencia amorosa, porque habrán reconocido en Cristo el único Bien que hace libres y santos. Cada política, cada pensamiento, cada acción que quiere pasar sin Cristo está destinada a derrumbarse.

Todo lo que es realizado, desenvuelto, profundizado poniendo Cristo y Su Ley al centro durará en eterno. Y no habrán desigualdades; no habrán motivos para desesperar sino sólo Alegría, Paz, Amor y Sinceridad, para rendir a los corazones lo que el Padre desea.