La virtud de la Sencillez

1 de julio de 2020
Meditación del Día

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy quiero meditar junto a vosotros sobre la virtud de la Sencillez, que es una de las virtudes que ha caracterizado la vida de la Mozuela de Dios, María Giuseppina Norcia, y que debe caracterizar todos aquellos y todas aquellas que quieren ser verdaderas siervas de María, queriendo imitar a la perfección toda Su virtud para llegar a ser, así, muchas pequeñas María.

La virtud de la Sencillez, que no se debe confundir con la ingenuidad, ayuda a mantenerse niños en el corazón para vivir la cotidianidad de manera sencilla y ligera, sin permitirle a la mente tomar la delantera al corazón, evitando dejarse trastocar por los afanes de la cotidianidad y dejarse recargar por todo lo que es mundo.

Quien quiere encarnar la virtud de la Sencillez no conoce ni malicia ni vanagloria, deseando la Pureza con todas las propias fuerzas, amando a la Humildad y a la Modestia, queriendo poner en práctica la voluntad y la palabra de Dios de manera directa y eficaz, a fin de que el propio hablar sea como nos enseña Jesús “sí, sí” y “no, no”.

La virtud de la Sencillez está entonces estrechamente relacionada con la virtud de la Pureza y debe ser unida a la virtud de la Humildad, de la Obediencia, de la Prudencia y de la Rectitud para ser irreprensibles y rectos frente al mundo y frente a todos aquellos que viven en el pecado y en la perversión, en la malicia y en la vanagloria, en la arrogancia y en la soberbia. Por esto Jesús no enseña a ser astutos como las serpientes y sencillos como las palomas, para enfrentar y vencer con estas armas toda adversidad y cada hijo de la iniquidad.

Quien es sencillo logra acoger fácilmente la palabra de Dios, que encuentra terreno fértil, así de dar mucho fruto, porque en el corazón de los sencillos las palabras del Maestro se encarnan y dan pronto fruto, así como ha hecho la palabra de Jesús que ha dado fruto en el corazón de Su Mozuela, haciéndoLa así resplandecer en Su auténtica Sencillez.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.